CALIENTA
Es importante realizar antes cualquier ejercicio; así los músculos incrementan su temperatura y su flexibilidad, lo que los haría menos propensos a lesiones.
ESTIRA
Recuerda hacer algunos ejercicios para relajar los músculos después de todo el esfuerzo realizado.
HIDRÁTATE
Es básico mantenerse hidratado, así que lleva siempre contigo una botella de agua y dale sorbos, aunque no notes la sed.
INCREMENTO PROGRESIVO
Realizar ejercicios de mucha intensidad y de larga duración, es el error más frecuente. La clave está, en un incremento progresivo de la actividad, con periodos de recuperación adecuados para facilitar la adaptación del cuerpo.
NO SOBREENTRENAR
Realizar más ejercicio no garantiza lograr resultados rápidos; cabe recordar que al ejercitarnos, nuestros músculos requieren de un periodo de reposo y el no dárselo solo está incrementando el dolor y poniéndonos en riesgo de una lesión, sin realmente lograr el objetivo.
RECORRE EL GIMNASIO
Concentrarte en un solo ejercicio o máquina en el gimnasio, aumenta el riesgo de lesión; por ello, trata de cambiar tus rutinas constantemente.
ESCUCHA TU CUERPO
Si tienes alguna molestia o dolor, es mejor consultar a tu médico; podría tratarse de alguna lesión o puedes estar propenso a una.
ALIMENTACIÓN EQUILIBRADA
Carbohidratos, proteínas, vitaminas y minerales, no deben faltar en ninguna dieta porque ayudan a relajar y recuperar los músculos.
LÍMITES
Cada persona tiene su propio ritmo. Es importante conocer tu cuerpo, tus debilidades, posibilidades y tener claro cuándo decir basta. No intentes imitar a nadie porque puedes llegar a lesionarte.